Acompáñanos a explorar el estado actual de las regulaciones del plástico y los esfuerzos globales para abordar este crítico problema.
El uso excesivo del plástico se ha convertido en uno de los mayores desafíos ambientales de nuestra era. De acuerdo con National Geographic, cada minuto se venden un millón de botellas de plástico en todo el mundo. Cada una de estas tarda 450 años en descomponerse. Así mismo, ocho millones de toneladas de residuos plásticos acaban en los océanos cada año, según datos de las Naciones Unidas (ONU), si esto se mantiene los océanos contendrían más plástico que peces en 2050.
El plástico ha sido una revolución en la fabricación y embalaje, pero su longevidad es su mayor problema. Cada año, se producen y consumen toneladas de plástico de un solo uso que termina contaminando todos nuestros océanos, dañando la vida silvestre y liberando toxinas en el medio ambiente. La falta de regulaciones adecuadas ha permitido que esta crisis se intensifique. ¿Pero qué regulaciones existen actualmente?
Avances en regulaciones
- Prohibición de plásticos de un solo uso: Varios países como Kenia, Reino Unido, China, India, entre otros, han prohibido o restringido la producción y venta de productos de plástico de un solo uso, como bolsas, utensilios y pajitas. En Colombia, la prohibición de plásticos de un solo uso comenzará a regir en 2025, luego de que la Sala Plena de la Corte Constitucional dejara en firme esta medida para reducir el consumo de los plásticos de un solo uso, como los pitillos, soportes plásticos para las bombas de inflar, copitos de algodón, entre otros.
- Impuesto al plástico: Algunos gobiernos, como el español, han implementado impuestos sobre productos de plástico no reciclables o de un solo uso, para incentivar la reducción de su consumo. En el caso de Colombia, en los próximos días la Corte Constitucional deberá pronunciarse sobre la exequibilidad del impuesto al plástico de un solo uso. Sin embargo, expertos tributaristas, en el marco del panel “Grandes Debates sobre el Impuesto Nacional sobre Plásticos de un Solo Uso” en la Universidad de los Andes, expresaron su preocupación por las inconsistencias de la norma, tanto en su trámite como en inexactitudes en su redacción, elementos que podrían hacer que este impuesto sea declarado inconstitucional.
- Promoción de alternativas sostenibles: Se están logrando avances notables en la fabricación de bioplásticos a base de materiales como el almidón o la celulosa. Así mismo, según datos de OpenMind BBVA, en los últimos años se han descubierto nuevos microbios degradadores de plástico: en una planta de reciclaje de botellas, científicos japoneses hallaron una bacteria a la que llamaron Ideonella sakaiensis y que consume PET, el material más común en estos recipientes.
- Mayor responsabilidad corporativa: Las regulaciones también están presionando a las empresas para que asuman mayor responsabilidad en la gestión de sus desechos plásticos y reduzcan su huella de carbono.
Dos retos clave de la cadena de valor del plástico
De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), dos de los retos a los que se enfrenta la cadena de valor del plástico es frenar los residuos plásticos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según el Dr. Bob Maughon, Vicepresidente Ejecutivo de Sostenibilidad, Tecnología e Innovación de SABIC, para WEF, “la industria química desempeña un papel único a la hora de abordar estos retos. La colaboración entre socios de fases anteriores y posteriores es esencial para desarrollar soluciones que reduzcan la contaminación por plásticos y las emisiones en la producción de plásticos”.
Por su parte, Jodie Roussel, directora global de Asuntos Públicos, Envases y Sostenibilidad de Nestlé, para WEF, manifestó que la cadena de valor del plástico implica múltiples etapas interconectadas e interdependientes. Ningún agente o país puede resolver la contaminación por plásticos por sí solo. “Necesitamos un marco normativo armonizado por parte de los gobiernos, la capacidad de aplicación de las empresas y la visión y los conocimientos del mundo académico y la sociedad civil para abordarlo juntos”, añade Roussel. Un enfoque integral de economía circular puede abordar las causas profundas de la contaminación por plásticos y contribuir a los esfuerzos mundiales para combatir la crisis climática y de biodiversidad, al tiempo que aporta beneficios económicos, medioambientales y sociales.
Un llamado a la acción global
El plástico es un desafío que no reconoce fronteras y que requiere una acción conjunta a nivel internacional. La regulación efectiva debe estar respaldada por un compromiso global para reducir el consumo de plástico y fomentar prácticas sostenibles.
Los ciudadanos pueden desempeñar un papel activo al apoyar regulaciones más estrictas, reducir su propio consumo de plástico y presionar a las empresas que adopten prácticas más sostenibles.
Por último, la lucha contra la contaminación plástica es una batalla por la salud de nuestro planeta y las generaciones futuras. Con regulaciones efectivas y un esfuerzo global unido, podemos avanzar hacia un mundo con menos plástico y más limpio.