El sector financiero en los mercados emergentes enfrenta una encrucijada crítica ante la creciente amenaza del cambio climático. En estos mercados, donde los bancos desempeñan un papel predominante, se observa una alarmante falta de financiación destinada a inversiones relacionadas con el clima. Según un artículo del Banco Mundial en su informe Finance and Prosperity 2024, menos del 5 % de las carteras totales de casi el 60 % de los bancos en los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED) se destinan a este tipo de inversiones. Aún más preocupante es el hecho de que más del 25 % de estas instituciones no ofrecen ningún tipo de financiamiento climático (Banco Mundial, 2024).
Ante un panorama donde el cambio climático afecta profundamente las oportunidades económicas, las inversiones en infraestructuras resilientes al clima y de bajas emisiones de carbono son clave. Como señala Axel van Trotsenburg, director gerente del Banco Mundial, “los MEED enfrentan déficits considerables en lo que se refiere a inversiones con bajas emisiones de carbono y resiliencia climática” (Banco Mundial, 2024). Esto subraya la necesidad urgente de aumentar el financiamiento y canalizar más recursos hacia proyectos sostenibles que puedan mitigar los efectos del cambio climático.
En Colombia, un país que enfrenta su propio conjunto de desafíos climáticos, el financiamiento destinado a proyectos verdes sigue siendo limitado. A pesar de los avances recientes, como el lanzamiento de bonos verdes por parte de Bancolombia y Davivienda, gran parte de las inversiones aún no se dirigen hacia iniciativas sostenibles. De acuerdo con un artículo de Sustenomics, el país ha logrado avances, pero sigue lejos de alcanzar sus metas climáticas nacionales establecidas en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) (Sustenomics, 2024).
Colombia cuenta con una taxonomía verde, lanzada oficialmente en 2022, que clasifica las actividades e inversiones relacionadas con el clima, facilitando la identificación de proyectos sostenibles. Sin embargo, el desafío radica en su correcta implementación. Aunque la taxonomía es un paso crucial para guiar las inversiones hacia actividades alineadas con los objetivos climáticos nacionales, aún se debe fortalecer su adopción por parte de instituciones financieras y el sector privado, asegurando que esta herramienta realmente canalice el financiamiento hacia proyectos verdes.
El financiamiento para la adaptación al cambio climático en Colombia es aún más limitado. Solo el 15 % de los fondos climáticos recibidos por el país en 2022 fueron dirigidos a proyectos de adaptación, lo cual representa un desafío significativo. Esto es preocupante, especialmente si consideramos que muchas infraestructuras críticas, como los sistemas de agua y saneamiento, requieren inversiones a largo plazo para asegurar su resiliencia frente a los impactos climáticos (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2022). Además, la mayor parte de estos fondos provienen de fuentes públicas, lo que limita la participación del sector privado en este tipo de proyectos.
Por otro lado, el marco regulatorio en Colombia ha dado pasos importantes para incentivar la sostenibilidad. La Ley 1967 de 2019, que regula la emisión de bonos verdes, es un ejemplo de los esfuerzos del país para fomentar las inversiones en proyectos sostenibles. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) enfrentan dificultades significativas para acceder a este tipo de financiamiento, lo que representa un obstáculo importante para expandir el financiamiento climático en Colombia (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2022).
En este contexto, el sector bancario tiene el potencial de desempeñar un papel más destacado. Instituciones como Bancolombia y Davivienda han liderado la emisión de productos financieros verdes, pero es claro que se necesita un esfuerzo mucho mayor para cerrar la brecha de financiamiento climático. Esto incluye la necesidad de una mayor colaboración entre el gobierno, las instituciones financieras y el sector privado para movilizar recursos hacia proyectos sostenibles que aseguren la resiliencia a largo plazo del país frente al cambio climático.
Además, es crucial que Colombia avance en la adopción de una taxonomía verde, similar a la que ya han implementado varias economías avanzadas. Esto permitiría clasificar e identificar claramente las actividades e inversiones que están alineadas con los objetivos climáticos nacionales y facilita la movilización de financiamiento para proyectos que contribuyan a la sostenibilidad del país.
De cara al futuro, la ampliación de los mercados de capitales y la inclusión de nuevos actores, como las aseguradoras, son fundamentales para proporcionar financiamiento a largo plazo destinado a infraestructuras resilientes al clima. Asimismo, mejorar el acceso a los servicios financieros para las personas, en especial para los grupos vulnerables, es esencial para garantizar una transición climática justa y equitativa.
En conclusión, el sector financiero en Colombia, y en los mercados emergentes en general, debe redoblar sus esfuerzos para financiar la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible. Aunque ya se han dado algunos pasos importantes, queda un largo camino por recorrer. Se requiere una mayor inversión en proyectos de adaptación y mitigación del cambio climático, así como un marco regulatorio más sólido que facilite el financiamiento de estas iniciativas. Solo a través de un esfuerzo conjunto entre el sector público, privado y la comunidad internacional será posible enfrentar los desafíos climáticos que amenazan el desarrollo económico del país.
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Referencias
Banco Mundial. (2024). Finance and Prosperity 2024. Recuperado de https://www.bancomundial.org.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2023). Financiamiento Climático en América Latina: Desafíos y Oportunidades. Recuperado de https://www.bid.org.
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (2022). Informe Nacional de Financiamiento Climático en Colombia. Recuperado de https://www.minambiente.gov.co.
Sustenomics. (2024). La encrucijada del sector financiero en los mercados emergentes ante los riesgos climáticos. Recuperado de https://www.sustenomics.com.